Nuestro sector, y en concreto Multilem, no trabaja con la logística común de europalet, sino con un conjunto de medidas y formatos diferentes entre ellos, piezas personalizadas para nuestros clientes y diferentes materiales que, en conjunto, aumentan la especificidad de cada tarea y el desafío de todas las operaciones cotidianas. Y son varios los ejemplos: Nuestro producto final no va siempre terminado. Tenemos que organizar un puzle que incluya paredes, estrado, barandillas, accesorios de hierro lacado, muebles pintados, forrados o decorados, vajillas, suspensiones pesadas con materiales más o menos frágiles, herramientas y otros materiales, cada uno en etapas de acabado muy diferentes. Unos listos y otros aún en estado «bruto», presentando características distintas que nos obligan a operaciones exigentes en las diferentes fases de preparación y finalización del proceso logístico: En el acondicionamiento o packaging; en la definición del espacio de separación; en el estudio de la ubicación exacta de los objetos en el camión (y en cuál camión seguirá, en el primero, segundo, tercero …); en la planificación de la carga, teniendo en cuenta las especificidades de cada espacio para el montaje; y no menos importante, la devolución del material al almacén.

Y aquí, se empieza una nueva fase, un nuevo momento-clave de la logística. Cuando el material regresa al almacén, primero tendrá forzosamente que pasar por un triaje, donde se revisa y se analizan todas sus condiciones. Aquí podemos medir nuestra eficiencia en el uso del material a nivel de su valorización y también experimentar nuestra capacidad y rapidez de reparación – si es necesaria – y la preparación, ya que sabemos que el material pronto tendrá que salir del almacén nuevamente.

Como las tareas de nuestro departamento de logística y los proyectos que tenemos en curso son muy variados, no podemos sino estar siempre preparados y a punto de hacer frente a cualquier reto. Puedo recordar varios: transportar 250 plantas de albahaca desde Lisboa hasta Madrid en un coche 16 horas antes de la apertura de la feria (para llegar frescos), llevar 2 contenedores marítimos en un camión TIR a Helsinki 2 horas antes de empezar un evento, conseguir vajillas extra momentos antes de que el evento empezara porque se necesitaba más mesas que las previstas, y así sucesivamente.

Es desafiante, pero también estimulante y por eso no podemos tener uno, sino varios ejes de acción. Nuestros proyectos nos obligan a ello y aquí es donde vamos más allá. Tenemos a nuestro cargo la gestión de mercancías internas y externas; los almacenes

y las instalaciones; colaborar con el departamento de compras; la movilidad de personas a nivel nacional, con nuestra flota, e internacionalmente, con los viajes; las disponibilidades de material e incluso, el apoyo incondicional a todos los departamentos de la empresa.

Sin embargo, el cotidiano del departamento de logística cambió por completo durante la pandemia, como sucedió con los demás departamentos y tantas otras empresas. Debido al confinamiento, las ferias y los eventos presenciales fueron cancelados, dos de nuestras principales bases de actuación. Todo se detuvo, pero hemos bajados nuestros brazos y otros desafíos surgieron.

Hemos afrontado el período de pausa en las entradas y salidas de materiales enfocándonos en la mejora de las diversas funciones del almacén; repensamos toda la preparación de nuestro material: limpieza, alojamiento y embalaje, asignación de recursos, definición de espacios, mapeo de todos los almacenes y mejora de nuestra carpintería con la creación de más espacios de trabajo.

Alteramos la organización de nuestros dos almacenes, hemos dispuesto el material de dos y tres maneras distintas antes de terminar la disposición óptima para hacer frente al futuro. Involucramos a personas de diferentes departamentos y funciones en las distintas tareas, etiquetamos, fotografiamos, paletizamos, reordenamos, planificamos y al final hemos logrado implementar nuestra fórmula para caminar hacia el éxito.

Y fue con mucho orgullo que pude ver que también las personas de mi departamento han participado en proyectos internos y de mejora, no solo destinados al almacén, sino también a la carpintería y oficinas, haciendo uso de nuestras numerosas competencias internas: desde la metalurgia hasta la creación de piezas personalizadas, colaboración a nivel de organización y, sobre todo, ganas de mejorar, para pasar página y tener nuestra estructura aún mejor preparada para el futuro.

Y tan fundamental como tener espacios físicos bien definidos y organizados es tener una comunicación interna fluida entre todas las partes involucradas en un determinado proyecto. Así, optimizamos las herramientas de comunicación interna para poder trabajar con anticipación, más involucrados y con información para todos.

Sabemos, sin embargo, que para poner en práctica todos los planes trazados, tendremos que respetar nuevos métodos y nuevas rutinas y así asegurarnos de que todo el proceso es un éxito, desde la A hasta la Z.

Después de más de un año, ya podemos concluir que esta actualización en el departamento de logística nos ha permitido estar preparados de inmediato para el tan ansiado regreso de las ferias y eventos presenciales que por fin comienzan a realizarse.

Así que, no deje de seguirnos en nuestros viajes porque estamos de vuelta a la carretera.

Lea el último artículo sobre la Historia, Evolución y Desafíos de Multilem España escrito por Gonzalo Barbadillo. Para leerlo, pulse aquí.