El pórtico de acampada, el pórtico de la entrada principal, el faro, la zona VIP y el espacio TV del Super Bock Super Rock (SBSR), que tuvo lugar en Meco del 13 al 15 de julio, fueron diseñados, producidos y montados por Multilem. El briefing del Grupo Super Bock se basaba en algunos aspectos fundamentales: funcionalidad, impacto, ADN de la marca, sostenibilidad y adecuación al espacio. Sara Duarte, responsable de patrocinios y activaciones de marca, explica a Event Point el objetivo de la marca en el SBSR. «Lo que queríamos con esta activación en el SBSR era, en términos de estructuras, en un primer nivel, ser funcionales para un evento de este tamaño, con casi 60.000 personas, pero, más que eso, reflejar el ADN de la marca Super Bock, tener un factor sorpresa, dejar huella en los asistentes al festival.» Sara Duarte explica que cada año la marca intenta innovar en su enfoque de los festivales. «Y luego había dos capas adicionales, no menos importantes: una era encajar todas las estructuras que se creaban en el entorno, en Meco, en el espacio en el que estamos, y también una preocupación por la sostenibilidad, que subyacía ahí, y la idea era más guiarles en la elección de los materiales que se utilizaban», dice.

«Super Bock es la marca musical número uno en Portugal y SBSR es la pieza central de este territorio. Lo que siempre queremos es proporcionar a nuestros consumidores los mejores momentos, con sus amigos, siendo Super Bock la marca de la amistad, en el contexto de la música, en el contexto de un festival», recuerda Sara Duarte. Dicho esto, las estructuras tenían que reflejar estos mensajes. «Lo importante de estas estructuras era que compartieran este objetivo que siempre tenemos y que ayudaran a crear este ambiente Super Bock, que la gente se sintiera realmente envuelta en un ambiente de música, amistad, relajación y que fuera claramente Super Bock».

Jorge Assis, director creativo de Multilem, explica que a partir de las ideas que el cliente quería comunicar, de música y amistad, «nuestro trabajo acabó centrándose en la caja de cerveza. La caja transmite, en primer lugar, la marca y, a continuación, hace referencia a la idea de reutilización». Un concepto simple, pero el resultado de mucha investigación y lluvia de ideas, dice Jorge Assis. Así que la idea fue utilizar cerchas y cubrirlas con barras. «De repente, un pequeño elemento que transmite una imagen de marca, pero que no se desperdicia; se usan y luego vuelven a su ciclo de vida y el año que viene están de nuevo en el festival», dice el director creativo. «Lo que el cliente quería comunicar, la idea de reunir a los amigos, la necesidad de marca, y luego la estrategia y los elementos que fuimos capaces de imaginar para expresar todo esto, creo que fue algo muy feliz», afirma, añadiendo que el equipo estaba muy contento con el resultado.

Nuno Castro, gestor de clientes de Multilem, recuerda otro reto: cómo las estructuras podían vivir tanto de día como de noche. El equipo hizo una instalación eléctrica, la probó y el resultado fue muy positivo. Conjugar la marca Super Bock con el entorno y la necesidad de que las estructuras se montaran rápidamente fue otro reto, dado el tiempo de montaje. «Desde el principio pensamos en cosas que se pudieran montar y desmontar lo más rápidamente posible, porque no había mucho tiempo, y después del montaje había que decorar y adaptar», explica Nuno Castro.

Un trabajo en equipo

Una vez presentada la propuesta, al cliente le gustó «muchísimo» la idea. «El cliente siempre estuvo muy de acuerdo con nosotros, siempre le mostramos los riesgos, las cosas buenas y las cosas malas de esta solución. Fue muy fácil en este sentido», afirma Nuno Castro, de Multilem. Jorge Assis señala que es esencial tener una relación estrecha con el cliente. «El cliente es el que sabe de sí mismo, lleva muchos años trabajando su marca, sabe lo que más le interesa y lo que es fundamental. Caminamos codo con codo y esto sin duda ha dado como resultado un proyecto más coherente que nos ha dado alegrías a todos.»

Sara Duarte, del Grupo Super Bock, cuenta que «cuando nos llegó la primera idea, enseguida nos dimos cuenta de que ese era el camino y que la respuesta al brief era la correcta». Después vinieron los ajustes habituales y una visita al emplazamiento para comprobar todas las posibilidades.

Nuno Castro cuenta que se hicieron varias pruebas, día y noche. «Podemos imaginarlo, y en renderizado y 3D todo parece increíble, pero tuvimos que pedir al cliente 500 cajas de cerveza y nos pusimos a probarlo en la fábrica y ahí se ganó la confianza en que el resultado sería el que queríamos». En total, se utilizaron 2.300 cajas de cerveza en el local.

Entre diseñadores, ingenieros, logísticos, cerrajeros, electricistas y el resto del equipo de Multilem, unas 40 personas participaron en este proyecto.

El faro: la pièce de résistance

Uno de los elementos más emblemáticos del SBSR 2023 fue el faro. «El cliente nos dijo: necesitamos una estructura icónica aquí, que sea casi como un punto de encuentro del festival, para darle más interés y más marca», cuenta Nuno Castro. «¿Qué tenía sentido en medio de Meco?», recuerda Jorge Assis, «tenía que ser un faro». El director creativo admite que fue una de las estructuras «más divertidas» de crear. Las barras siguieron siendo la pieza central de la obra y la reacción del público fue muy positiva. Sara Duarte no duda de que fue uno de los momentos culminantes del recinto. «El recinto era precioso, y estructuras como el faro, por ejemplo, fueron muy valoradas en todas las experiencias».

Sostenibilidad, sostenibilidad

«La sostenibilidad y la reutilización eran una de las premisas del proyecto y siempre estuvieron presentes», afirma Nuno Castro. Todo lo que no se podía reutilizar se hacía con material reciclado o se reciclaba después, nos cuenta.

Sara Duarte recuerda que la sostenibilidad «es un tema central» para la marca. «En el ámbito de la música, en particular, tenemos muy clara la preocupación por la sostenibilidad, entre otras cosas porque el recinto del festival es un lugar verde, la naturaleza, que nos esforzamos por no impactar negativamente», explica la responsable de la marca. En cuanto a las estructuras, «básicamente lo que pedimos fue evitar el uso de plástico y materiales desechables, y reutilizar materiales del Grupo Super Bock», explica. Para Sara Duarte, Multilem respondió «brillantemente» a esta cuestión de sostenibilidad.

El tema fue también una de las premisas del trabajo más reciente entre el Grupo Super Bock y Multilem, en Meo Sudoeste, esta vez con la marca Sommersby y en la zona de acampada. Nuno Castro cuenta que el reto era: «¿Cómo podemos entretener a los campistas durante todo el día, mientras el recinto no está abierto? El cliente quiere utilizar la estructura el año que viene, todos los materiales reciclables en OSB y palets, coger estas estructuras y darles un poco de gracia, vida y utilidad.» «El canal de Sudoeste está asociado a la marca Sommersby desde hace muchos años», explica Sara Duarte, «y pensamos que teníamos que innovar también ahí, aportar algo nuevo al canal. Desde gaviotas a tablas de stand-up paddle, con animación de DJs», la visibilidad fue «brutal» y «verlo lleno de alegría y de Sommersby es súper gratificante», dice.

Aprovechar los conocimientos en otros segmentos

Multilem es una empresa con una amplia cartera nacional, pero con un fuerte carácter internacional, principalmente vinculado a las ferias. Aunque ha realizado proyectos para festivales, se trataba de proyectos puntuales. «Si podemos hacer cosas tan complejas y diferentes tan lejos de casa, también podemos hacerlas aquí en Portugal», recuerda Nuno Castro, y el objetivo es «estar presentes en el mercado portugués y utilizar nuestro know-how y creatividad de otro segmento» en una amplia variedad de proyectos.

Jorge Assis recuerda que el proceso creativo no es muy diferente. «Podemos tener clientes más o menos institucionales, pero la necesidad de trabajar con el cliente e influirnos mutuamente es la misma».